Paqui Blanco el autocuidado y volver a quererte
Paqui Blanco El autocuidado y volver a quererte

El autocuidado y volver a quererte

Todos estamos deseosos de tener un momento para nosotros mismos, para cuidarnos y mimarnos, algo que debería ser habitual, pero en cambio, lo más normal es que te sea más común la frase “Siempre estoy para todo el mundo menos para mí”, pues ya es hora de cambiarlo, no puedes seguir así.

Y es que generalmente los adultos nos enfocamos mucho en cuidar a las personas que están a nuestro alrededor, principalmente a aquellas que dependen de nosotros como son las hijas e hijos, adultos mayores entre otros; sin embargo, nos olvidamos de cuidarnos a nosotros mismos, siendo ésta una acción que no deberíamos dejar pasar por alto, porque el autocuidado no es un lujo, es una prioridad.  Además, amarse a uno mismo no es vergonzoso, ni narcisista, ni egoísta, sino todo lo contrario.

Y es que el verdadero autocuidado ocurre en silencio y desde dentro de ti, porque el autocuidado es escucharte a ti mismo, confiar en ti mismo, tomarse de la mano y avanzar escuchando tú interior.

Pero con la vida tan acelerada de hoy en día, las personas apenas tenemos tiempo para encontrar un hueco entre el trabajo, la familia y los amigos. De modo que muchos ni siquiera nos planteamos el hecho de que, a veces, es necesario dedicar tiempo y atención a uno mismo, reservar un espacio para ese pequeño “egoísmo” saludable que nos puede hacer mucho bien.

¿Todo esto te resulta familiar? ¿Te has visto alguna vez en esa situación? Si la respuesta es si, en el post de esta semana te explico una de las herramientas más valiosas para que empieces a sentirte mejor contigo mismo y, además, mejores tu relación con los demás, aprendiendo a afrontar tu día a día de una manera consciente y feliz. Porque tienes que tener claro que el autocuidado es una opción que solo tú puedes decidir llevar a cabo, nadie puede hacerlo por ti. Eres la persona responsable de tu bienestar. 

Es el conjunto de todas aquellas tareas y hábitos que hemos descubierto que son beneficiosas y hemos decido incluirlas en nuestra rutina, con el objetivo de dedicarnos tiempo a nosotros mismos y, así, mejorar nuestra salud física y mental.

¿Qué es el autocuidado?

Por norma general el autocuidado tiene que ver con cuidar de nosotros mismos.

De modo que podemos definir el autocuidado como la práctica de actividades que debemos realizar a favor de nosotros mismos para mantener la vida, la salud y el bienestar individual. Es decir, es el conjunto de todas aquellas tareas y hábitos que hemos descubierto que son beneficiosas y hemos decido incluirlas en nuestra rutina, con el objetivo de dedicarnos tiempo a nosotros mismos y, así, mejorar nuestra salud física y mental.

Así que tienes que tener muy claro, el hecho de que todo empieza por entender que nadie va a venir a cuidarte, sino que debes ser tú mismo quién, de manera consciente y activa, tomes decisiones orientadas a mejorar tu estado de salud, tanto físico como mental.

Existen diferentes formas de autocuidado a tener en cuenta, físico, emocional, social y cognitivo.

¿Qué tipos de autocuidado existen?

Existen diferentes formas de autocuidado a tener en cuenta:

Autocuidado físico:

Consistiría en entender tu cuerpo como tu hogar y así  le darás el cuidado que este se merece. Se basa en darle a tu cuerpo lo que necesita en cada momento y respetando sus tiempos cubriendo sus necesidades básicas.

Autocuidado emocional:

Pararte a pensar qué sientes, qué piensas… aceptar tus emociones y gestionarlas de manera adecuada para conectar contigo mismo, con tu interior. 

Autocuidado social:

Somos seres sociales y como tal esta parte de nosotros no la podemos descuidar. Rodearte de aquellas personas que te aporten experiencias positivas y te respeten. Se trata de compartir aquellas cosas que quieres hacer con las personas que mejor que te vayan a acompañar. 

Autocuidado cognitivo:

Consiste en mejorar la manera en la que te hablas a ti mismo, en los pensamientos que tienes sobre ti y tu vida, esto te proporcionará bienestar siempre y cuando te trates con amabilidad y respeto. Elegir actividades que mantengan tu mente activa también hace referencia a este tipo de autocuidado, cosas como aprender un nuevo idioma, leer un libro.

Y es que a través de acciones pequeñas y sencillas puedes mejorar tu estado de ánimo, tu relación con los demás y el modo en que afrontas los problemas cotidianos

¿Cómo puede el autocuidado mejorar tu calidad de vida?

Lo primero que me gustaría destacar en relación al autocuidado es que, además de mejorar tu estado físico y mental, el autocuidado puede ayudar a mejorar tu calidad de vida o a prevenir enfermedades, tanto físicas como mentales, e incluso, recuperarte antes de ellas.

Pero tienes que saber que aprender a cuidar de uno mismo, requiere hacer un ejercicio previo de autoconocimiento, de manera que tendrás que empezar pensando en lo que necesitas y lo que te sirve para sentirte mejor, y una vez que eres consciente de ello, podrás conocerte mejor y, por ejemplo, sabrás que es lo que necesitas cuando te sientas ansioso, estresado, nervioso o necesites descansar.

Además otra ventajas que te ofrece el autocuidado es que tendrás la posibilidad de incorporar nuevos hábitos o hobbies en tu vida que te hagan sentir bien.

Y es que a través de acciones pequeñas y sencillas puedes mejorar tu estado de ánimo, tu relación con los demás y el modo en que afrontas los problemas cotidianos. Además, notarás que tu actitud ante la vida será mucho mejor y disfrutarás de momentos más agradables.

Por último cabría destacar el hecho de que al aumentar la capacidad de autocuidado, aumentamos también otros factores importantes de la salud mental como puede ser por ejemplo la autoestima, un pilar básico para nuestra salud mental. Como ves dedicarnos tiempo tiene muchos aspecto positivos sobre nuestra calidad de vida.

En definitiva, autocuidarse pasa obligatoriamente por ser capaz de identificar tus necesidades y cómo responder ante ellas.

Además, aprender a cuidarte es una forma de mejorar la relación con uno mismo y saber qué necesitas hacer para sentirte mejor.

Ventajas del autocuidado

Aprender a cuidarte te hará tomar responsabilidad sobre tu salud y bienestar, no necesitando que sea el exterior el que se encargue de ti. Por ello tener una rutinas de autocuidado en tu día a día puede ayudarte a tener más recursos para sentirte bien contigo mismo.

Además, aprender a cuidarte es una forma de mejorar la relación con uno mismo y saber qué necesitas hacer para sentirte mejor. Por ello, cuando empiezas a cuidarte, son muchos los beneficios que llegas a obtener, entre ellos:

  1. Mejora tu autoestima: El autocuidado te va a permitir reafirmar tu identidad como persona, haciéndote sentir  un ser más válido y mejor contigo mismo.
  2. Mejora la relación con los demás: Gracias a las acciones que realices para cuidarte tendrás más paciencia y sobre todo más ganas de disfrutar de la vida.
  3. Tu estado de salud lo agradecerá: disminuirá tu sensación de cansancio o dolores musculares o de cabeza.
  4. Tu relación de pareja saldrá beneficiada: estarás más alegre y comunicativa.
  5. Afrontarás los problemas cotidianos con mejor ánimo y energía renovada: el autocuidado no te va a convertir en invencible, pero te puede ayudar a encarar la vida con una actitud diferente y más positiva.
  6. Mejora tu productividad tu concentración será mayor en cada actividad, reducirás  el estrés en tu día a día al tener más tiempo para ti y de esta forma el tiempo que dediques al trabajo o las obligaciones será mucho más productivo.

Con todas estas ventajas merece la pena llevarlo a la práctica y no seguir poniendo excusas ¿no crees? Pero llegado a este punto yo te lanzo la siguiente pregunta, ¿Qué te impide autocuidarte?

Y es que son muchas las personas que, como puede ser tu caso, pasan demasiadas horas del día ocupadas y contagiadas por la velocidad del tiempo, tienen trabajos estresantes o están demasiado consumidos por la tecnología, por lo que dedicarte un tiempo no entra dentro de tus planes.

¿Qué te impide cuidarte?

Es cierto que hoy en día lo habitual es que tengas un ritmo de vida muy acelerado, dinámico y cambiante. Y es que son muchas las personas que, como puede ser tu caso, pasan demasiadas horas del día ocupadas y contagiadas por la velocidad del tiempo, tienen trabajos estresantes o están demasiado consumidos por la tecnología, por lo que dedicarte un tiempo no entra dentro de tus planes.

De modo que, el tiempo para el autocuidado, nuestro tiempo, se convierte en la última opción de la agenda y, en muchas ocasiones, hasta deja de ser una elección porque creemos ser egoístas si tenemos nuestro ratito para cuidarnos.

En ocasiones, puede darse el caso que la única manera de aceptar la idea de autocuidarte sea cuando llegas al entendimiento de que, si no te cuidas a ti primero, no podrás cuidar de los demás.

Por otro lado, otra razón que puede llegar a motivarte para autocuidarte puede ser la idea de demostrar lo importante que puede llegar a ser cuidarse para que, las personas de tu entorno, tomen conciencia y aprendan a hacerlo con ellas mismas, actuando tú como ejemplo e inspiración.

Aunque todo esto es cierto e incluso beneficioso para ti, estas serían dos motivaciones externas, que siguen teniendo a las personas que te rodean, como el motor para cuidarte, pero es conveniente recordar que, como ya hemos comentado anteriormente, el autocuidado tiene sentido por sí mismo, por el simple hecho de que eres importante y lo mereces, también tú  mereces ese cuidado como lo merecen los demás.

De modo que, una vez que tenemos esto en cuenta, podríamos decir que, los principales factores que te impiden cuidarte serían dos; por un lado estaría la idea de “egoísmo”, que además suele venir acompañada por el sentimiento de culpabilidad, y ambas provocadas por el hecho de que, durante nuestra rutina diaria, decidimos detenernos a cuidarnos y dedicarnos algo de tiempo, en lugar de realizar otras actividades en apariencia más importantes.

  • Sentimiento de culpa: ¿Por qué te sientes culpable cuando te pones  el primero de la lista, cuando te  priorizas para cuidarte?

El sentimiento de culpa viene de pensar que cuidarse o divertirse es menos valioso que el resto de tareas como son las obligaciones y el cuidado de los demás. Para evitar el sentimiento de culpa necesitas redefinir qué sentido le das a esos hobbies o rutinas que te hacen sentir bien como pueden ser ir a hacer deporte o a salir con las amistades.

Necesitas creer que, al igual que deseas a los demás lo mejor, tú también te mereces lo mejor que la vida te ofrece. Y es que divertirse, pasar tiempo con amigos o los seres queridos, estar en silencio, al aire libre… son actividades que ayudan a renovar la energía, la ilusión, el amor o la paz interior.

  • Pensar que eres egoísta

Has aceptado como buena la creencia de que cuanto más ayudas a los demás, mejor persona eres y ello desemboca en la idea contraria de que si te dedicas a ti mismo, entonces eres egoísta y eso equivale a ser mala persona. De ahí que te sientas mal por querer quedarte en casa a descansar en lugar de ir a una fiesta con los amigos.

Sin embargo, esta cuestión educacional no te ayuda, y se debe al hecho de que no te han enseñado a ponerte en primer lugar, sino a relegarte. Pensar en ti antes que en nadie, parece un acto de egoísmo, feo y mal visto.

Pero si lo piensas bien, estas siendo generoso cuando compartes lo que tienes y que te hace feliz, por tanto, cuanto más tengas que te haga feliz, más posibilidades tienes de compartir y ser una persona generosa. Además, podrás ayudar en la medida de cómo te encuentres, si no estás bien, no tienes nada para dar. Todo empieza en ti. No es un planteamiento egoísta sino realista, es un acto de generosidad hacia ti mismo, hacia tu familia y tu entorno.

Ahora yo te planteo las siguiente cuestiones, ¿Puedes pensar en los otros y en mí mismo a la vez? ¿O es incompatible? Esto no es blanco o negro, pero tú pensamiento dicotómico te hace escoger en vez de integrar. Dejar atrás los pensamientos negativos como el sentimiento de culpa y el egoísmo es el primer paso para empezar a cuidarte.

Pero para que un ritual tenga sentido para ti, debe interesarte y enriquecer tu vida cotidiana y, por supuesto, no hay que verlo como una pérdida de tiempo o un lastre, sino que hay que disfrutarlo.

Consejos para aplicar el autocuidado

Con todo lo que hemos visto hasta ahora, podemos deducir que el autocuidado personal puede significar algo diferente para cada persona. Sin embargo, hay un factor que es común para muchos, cualquier ritual que ayude a romper la monotonía o el estrés de tu rutina, será beneficioso para tu autocuidado.

Pero para que un ritual tenga sentido para ti, debe interesarte y enriquecer tu vida cotidiana y, por supuesto, no hay que verlo como una pérdida de tiempo o un lastre, sino que hay que disfrutarlo. De esta forma, te será más fácil hacerlo con frecuencia y se convertirá de verdad en un ritual. 

Por ello, hoy no voy a dejarte ejercicios concretos para practicar, esto se debe a una sencilla razón, existen mil maneras de autocuidarse, tantas como personas y, además, no todas las acciones son para todos, ya que es importante identificar las que van bien contigo, por la edad, carácter, dinámica personal, condiciones físicas y otros elementos a tomar en cuenta.

Pero si tengo que destacar que lo verdaderamente importante sería contar con unas estrategias de autocuidado, practicarlas de forma regular y validar su ayuda para el manejo emocional en nosotros mismos. De modo que lo que si voy a hacer es enumerar una serie de pasos que deberás seguir para llegar a establecer unas rutinas o hábitos de autocuidado:

El primer paso es hacer un ejercicio mental para identificar esa actividad que va a ser la piedra angular de tu autocuidado. Para ello sólo tienes que contestar a la siguiente pregunta ¿qué te hace sentir bien? Lo importante es elegir algo que a ti te haga sentir bien, que te cargue las pilas y te conecte contigo mismo.

En segundo lugar, hay que tomar una serie de determinaciones para poder llevarlo a la práctica. Aquí te recomiendo ser firme y constante, anteponerte a los demás. Al principio puede resultar extraño para tu entorno, pero piensa que es tu salud física y mental la que está en juego.

Para ayudarte en este paso te explico algunos tips para poder realizar esa actividad de autocuidado:

  1. Definir la duración: el tiempo irá en función de tus necesidades. Una opción interesante puede ser empezar por 15 o 20 minutos un día de la semana, y después ir aumentando si lo deseas.
  2. Reservar un hueco en la agenda: uno de los principales errores es por ejemplo pensar “cada semana voy a ir una hora al gimnasio”, porque seguramente tu día a día se llene de otras actividades y cuando te quieras dar cuenta habrá llegado el domingo sin cumplir tu objetivo. En lugar de eso puedes decir: “el miércoles por la tarde voy a ir al gimnasio de 7 a 8” y marcarlo en tu agenda como tarea importante.
  3. Santificar tu momento de autocuidado: y para ello necesitas la colaboración de tu entorno. El momento que tú dediques a cuidarte debe ser respetado por los que te rodean, sin interrupciones salvo extrema gravedad
  4. Pedir ayuda: esta es quizá la parte más difícil. No debes sentirte mal por delegar tareas y pedir a quienes te quieren que te ayuden a cuidarte. Nadie puede cargar con todas las responsabilidades y obligaciones del mundo, así que relájate y date un respiro.
  5. Trátate bien. Escucha el tono con el que te hablas a ti mismo, intenta que sea amable y cariñoso. La forma en que nos hablamos dice mucho de nuestra autoestima y de cómo nos vemos. Así que quiérete mucho y cuídate

Y en tercer lugar y último, me gustaría puntualizar que, para que todo los pasos anteriores sean una realidad, es muy importante y necesario tener claro que debes desarrollar la capacidad de establecer límites y aprender a decir no, ya que esta es una parte muy importante del autocuidado personal.

Y es que decir no es un acto de valentía, de ponerse en primer lugar sin ser egoísta. Es necesario, es sano y es un arte que se debe aprender y practicar. No nos han educado en el no, sino en el sí, cuando queremos decir no. Sin embargo, es necesario entender que decir no es una forma de respeto y autocuidado porque aprender a decir no y definir nuestros límites es una gran ayuda para equilibrar nuestra vida y una buena manera de superar el estrés. Solo necesitamos aprender a decirlo sin generar más tensión de la cuenta, porque cuando estallamos es que hemos forzado demasiado nuestro límite de aguante.

Si conoces tus límites y te aseguras de respetarlos y de que los respeten, serás más feliz y te asegurarás de que no se aprovechen de ti. Pregúntate siempre si algo te conviene realmente en el momento en el que se presenta. Por ejemplo puedes plantearte la siguiente  pregunta,  ¿tengo energía y tiempo para llevar a cabo las tareas que me están ofreciendo?

Hay muchas personas a las que no les gusta el rechazo, pero lo más normal es que la mayoría sean comprensivas. Si consigues que tus relaciones se basen en el respeto, las personas de tu entorno entenderán que tú también necesitas tiempo para ti.

Si sigues estas pautas podrás observar como poco a poco tu bienestar ira creciendo y cada dia te será más fácil dedicarte un tiempo para autocuidarte.

Un terapeuta puede ser de ayuda y guía para darte las herramientas que necesitas adaptadas a tu estilo individual..

Consulta con un profesional

Finalmente, si estas estrategias de autocuidado no son suficientes para poder establecer un buen equilibrio psicológico, o no te ves capaz de llevarlas a cabo por ti mismo, es posible que necesites acudir a un psicólogo/a profesional. Un terapeuta puede ser de ayuda y guía para darte las herramientas que necesitas adaptadas a tu estilo individual.

Yo te puedo acompañar y guiar hasta conseguirlo para que en poco tiempo empieces a ver los cambios que estás buscando.

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¿Te ha resultado interesante?¿A qué dedicas tu tiempo de autocuidado? Deja tus comentarios y muchas gracias por leerme.

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