Hoy hablamos de las crisis de pareja, característica y como superarlas, porque como ya nos hemos dado cuenta, recientemente nuestras vidas han cambiado mucho a raíz de la pandemia y el confinamiento, debido a diferentes situaciones de estrés, ansiedad que han afectado a nuestra salud mental, han sido muchos ámbitos de nuestra vida cotidiana los que se han visto afectados y, como no podía ser de otra manera, uno de los que más expuestos han estado en estos últimos años ha sido nuestras relaciones de pareja, ya que esta inusual e inesperada situación ha puesto a prueba el equilibrio de muchas parejas, provocando un aumento del número de consultas de terapias de parejas a causa de unas crisis de pareja que los ha obligado a revisar el estado de sus relaciones.
La realidad de muchas parejas es que, durante mucho tiempo, vivir dentro de la dinámica de los hijos, trabajo, amigos, casa; les ha introducido en un mundo de rutinas en el que poder refugiarse, evitando así reconocer su situación de crisis. De modo que muchas parejas se adaptan a un ciclo de vida o situación que de alguna manera les funciona, y con el cual, la pareja se convierte en compañeros de piso que pagan a medias las facturas… Hasta que de repente, con la llegada de la pandemia, muchas parejas se encontraron con todos sus problemas de frente y ante una crisis de pareja.
Y es que cuando llegan a mi en busca de terapia de pareja y nos ponemos a analizar que es lo que está provocando estas crisis de parejas, observo que una de las causas principales es que, debido a que el confinamiento, se ha abierto esa caja de Pandora y se han puesto de manifiesto todas esas situaciones que antes no se querían asumir o que por miedo no se han llegado a abordar de modo que puede ser que se hayan ido acumulando conflictos sin resolver, pero que ahora han llegando a un punto que ha supuesto una crisis de pareja y esto puede llevar a que la relación se tambalee un poco o bastante, según el caso.
Pero no te preocupes si esta es tu situación actual, porque a pesar de que cuando escuchamos las palabras crisis de pareja solemos ponernos en lo peor, llegando incluso a pensar o asumir que puede que haya llegado el fin de la relación y nada más podemos hacer, pero esto no tiene que ser así, ya que este momento de crisis, más que un problema, también lo puedes ver como una oportunidad.
Lo más importante ante esta situación es saber que la relación no está bien, hablarlo y querer solucionarlo conjuntamente, de manera que si eso sucede es el momento de ponerse manos a la obra. Por eso en este post te hablo de qué es una crisis de pareja, características y como superarla, mediante algunos consejos o la importancia de acudir a terapia para conseguirlo.
Las crisis no se evitan utilizando la negación “aquí no pasa nada”, mediante la evasión “no quiero hablar del tema”, “no hay nada que hablar”, utilizando el reproche o incluso empleando el ataque como forma de defensa. En lugar de ello hay que enfrentarlas.
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¿Qué es una crisis de pareja?
Lo primero que hay que tener en cuenta para saber a lo que no enfrentamos es que el significado de la palabra crisis es “cambio inevitable”, entonces, una crisis de pareja es cuando nos referimos a un cambio inevitable y necesario en la relación de pareja, pero que, como hemos comentado anteriormente, y aunque habitualmente así es como se suele percibir, no tienes que verla como algo negativo que tengas que evitar, ya que una relación de pareja es algo que está en constante evolución, crece con nosotros, pasa crisis, madura, envejece y cambia, porque si no lo hace, desaparecerá.
De modo que las crisis pueden tener una connotación positiva según desde el punto de vista que la veamos, es decir, una crisis significa un cambio, y los cambios pueden ser para mejor, pero es cierto que cuando percibes el momento del cambio te puedes dejar llevar por el miedo y la negatividad, pero si le pones un poco de perspectiva y de realidad, te darás cuenta de que de modo que una crisis de pareja no tiene por qué significar el final de una relación, sino todo lo contrario, puede ser un nuevo comienzo de una relación más consolidada.
Lo importante es saber que, cuando te encuentras en una crisis, seguir haciendo las cosas como se estaban haciendo hasta ese momento es insostenible, por lo que es necesario adaptarse y decidir cual es la solución a ese cambio, o si cada miembro de la pareja quiere crecer por sí solo o hacerlo junto a la otra persona.
Por otro lado también tienes que tener claro es que las crisis no se evitan utilizando la negación “aquí no pasa nada”, mediante la evasión “no quiero hablar del tema”, “no hay nada que hablar”, utilizando el reproche o incluso empleando el ataque como forma de defensa. En lugar de ello hay que afrontarlas.
Toda pareja pasa por sus pequeñas crisis, pues una relación de varios años enfrenta distintos cambios significativos en su evolución. Estas crisis pueden hacer que la pareja se plantee reevaluar la relación y decidir si lo mejor es mantenerla haciendo algunos cambios o ponerle punto final.
Señales para identificar si estás atravesando una crisis de pareja
Como hemos comentado tienes que tener claro que toda pareja pasa por sus pequeñas crisis, pues una relación de varios años enfrenta distintos cambios significativos en su evolución, pero puede llegar el momento en el que éstas crisis pueden hacer que la pareja se plantee reevaluar la relación y decidir si lo mejor es mantenerla haciendo algunos cambios o ponerle punto final. ¿Y cómo puedes saber que estás atravesando una crisis de pareja?
Para ayudarte a saber si estás pasando por una crisis de pareja, en este apartado te enumero algunas señales de que estas viviendo una crisis de pareja, de manera que puedas identificarlas y saber si estás atravesando por una, para posteriormente puedas averiguar la causa y así poder lograr superarla o encontrar la mejor solución.
Las principales señales de la crisis de pareja son:
- Discutís con frecuencia
Las discusiones son una de las características principales de tu relación, estando presentes en cada momento, pero lo que es aún más importante no se logra llegar a acuerdos, nunca os dais la razón, y cualquier motivo es bueno para discutir. Es decir, vives en un estado de irascibilidad constante, donde te sientes mal todo el tiempo, cualquier mínimo detalle te hace saltar con enfado y sueltas esa ira contenida durante días. Todo lo que dice tu pareja te molesta, sientes que ya no lo soportas y comienzas a centrarte solo en sus defectos.
- Parece que ya no tenéis nada en común
Es como si fueras un mero espectador y no el protagonista de la relación, te dejas llevar, dejas de hacer, no actúas. Tu pareja y tu sentís que ya no disfrutáis del tiempo que pasáis juntos, no os gustan las cosas que compartíais antes, incluso habéis llegado a abandonar proyectos en común que antes sí os generaban especial ilusión. No te implicas para nada en la pareja, dejas que los días vayan pasando y que de esta forma sea el tiempo y la rutina la que dictamine el éxito o el fracaso final de la relación.
- Disminución de la actividad sexual
Aunque la vida sexual de una pareja puede verse afectada en muchos momentos vitales y por distintos motivos, como pueden ser vivir una etapa de fuerte estrés, el diagnóstico de una enfermedad grave, la llegada de un bebé a la familia…
Pero las alarmas saltan cuando no hay nada concreto y entendible que pueda explicar esto, de manera que podemos pensar que quizás sí sea un síntoma de una crisis de pareja. En las crisis el deseo sexual se adormece porque hay mucha tensión y estrés en la relación, generando grandes episodios de ansiedad y esto a su vez hace que no desees un encuentro íntimo con tu pareja, al no sentirte a gusto con ella.
La comunicación es uno de los pilares fundamentales en cualquier relación. Si funciona os encontraréis con el respeto y un espacio para que los dos miembros de la pareja expreséis todo lo que pensáis y sentís de una manera sana. En estos casos la comunicación se convierte en una herramienta de protección ante cualquier situación que haya que afrontar en el presente o en el futuro.
Por el contrario si la comunicación falla, el resultado puede llevar a continuas discusiones y enfrentamientos o también a la falta de ella, es decir a la no comunicación, a vivir como extraños. Se puede llegar al punto donde no os comuniquéis o si lo hacéis es a través del sarcasmo y el desprecio, estando a la defensiva para cuando el otro se equivoque sacárselo en cara.
- Pérdida de la confianza
Cuando la desconfianza aparece en la pareja puede manifestarse de diversas formas: sentir miedo a ser abandonada, aparece la ansiedad cuando se piensa en el futuro de la pareja, se intenta controlar todo lo que tu pareja hace, sentir celos o discutir constantemente. Si a este tipo de comportamientos no se les pone solución a tiempo, terminan dañando la relación.
Una pareja, también es tu compañero o amigo, así que necesitas sentir esa cercanía en vuestra relación, poder contaros secretos, tener conversaciones profundas y confiar. Pero estáis en un punto en el que hace tiempo que no tienes una conversación profunda e íntima con tu pareja, solo habláis de cosas superficiales, del trabajo, los hijos, el reparto de las tareas de la casa… Sientes que cada vez te cuesta más abrirte a tu pareja y al echar la vista atrás puedes encontrar momentos en los que esto sí pasaba, pasar horas hablando de los sentimientos y compartir secretos.
Estas son algunas de las señales de una crisis de pareja, de modo que si ves que hay varios puntos en los cuales tu relación de pareja se ve reflejada, tal vez deberías plantearte si te estás adentrando en una crisis o si incluso ya estas inmersa en ella, de modo que es el momento de empezar a analizar que la puede estar provocando o cuales pueden ser las causas.
Un paso clave es identificar el motivo de la crisis para poder abordarlo. Por eso primero vas a revisar de dónde viene el problema para así poder abordarlo.
Causas de las crisis de pareja
Las diferentes etapas de crisis a lo largo de la relación pueden ser provocadas por diversas causas que están haciendo que la relación de pareja se vea dañada y entre en crisis, de manera que un paso clave es identificar el motivo de la crisis para poder abordarlo. Y aunque pueden ser tantas como personas existen, para mi las principales causas de una crisis de pareja pueden ser:
- Mal manejo de las emociones
Cuando una pareja carece de inteligencia emocional, es muy probable que se enfaden con facilidad, que cada vez que se produce una discusión esta se lleve a extremos sin llegar a conseguir un consenso y provocando una tensión permanente en la relación. Y es que en toda relación, las emociones de ambos miembros de la pareja tienen una función esencial, por ello es importante que se comprendan y manejen tanto las propias como las ajenas. La incapacidad de comprender y manejar las emociones nos lleva a estar controlados por ellas y a no saber gestionarlas.
- Cambios en los deseos, necesidades y/o aspiraciones.
A lo largo del tiempo, las personas podemos cambiar en cuanto a nuestros deseos, necesidades y en las expectativas que tenemos con nuestra relación de pareja. En muchas ocasiones esto pasa sin darnos cuenta, de modo que, si la relación no ha sabido adaptarse a estas transformaciones individuales, deja de vivirse como una relación satisfactoria.
Este es el momento en el que surgen las dudas, sobre todo al mirar hacia el futuro y darse cuenta de que el rumbo que toma la relación no es el más satisfactorio. En este punto, podemos cuestionarnos si la relación tiene sentido o si vale la pena salvarla.
- Asimetría del reparto de tareas
Cuando las responsabilidades laborales y familiares crecen sin lograr afrontarlas y manejarlas en equipo, el agobio y la desilusión causada por estas y por la sensación de estar trabajando en soledad, cada uno tirando a su manera de la familia, terminan minando el proyecto común de pareja. Reorganizar las tareas y responsabilidades es un motivo para preocuparse y angustiarse, por eso hay que saber muy bien tener responsabilidad igualitaria.
- Celos
Los celos pueden acabar con las relaciones porque la persona celosa pierde el control de su comportamiento, se ve abordada por pensamientos tóxicos y emplea su tiempo y energía en indagar y vigilar a la otra persona, impidiéndole que lleve una vida normal. Los celos pasan a ser el centro de la vida en común, determinando sus aficiones y sus relaciones sociales.
Y aunque existe la falsa creencia de que los celos son una señal de amor, pero en realidad, no son más que una falta importante de autoestima, o de habilidades sociales, o bien de un aprendizaje distorsionado sobre la pareja. Y es que detrás de la típica frase “Sin ti no soy nada”, se encuentra un “necesito que tú me hagas sentir una persona única, que sólo me quieras a mí, para poder sentir que valgo”.
- Infidelidad
La aparición de un triangulo amoroso o una infidelidad puede romper incluso la relación más fuerte, dejando atrás sentimientos de traición, tristeza, culpa, incertidumbre e ira. Para las parejas que se enfrentan a una infidelidad en su relación, puede ser extremadamente difícil perdonar y superar. Aun así, es posible superar esta crisis de pareja. Las parejas que son capaces de dejar atrás el dolor y la traición pueden resurgir como una pareja más fuerte y unida.
Una vez que ya conoces cuales son lasa señales que caracterizan a las crisis de pareja y cuales pueden ser las principales causas que las pueden provocar, es hora de empezar a buscar la manera de afrontarla y solucionarla.
El principal problema es que las parejas no acuden en busca de ayuda en ese primer momento que toman conciencia de que tienen problemas, si no que dan el paso una vez que ya han intentado resolverlos por ellos mismos y no han podido, de modo que acuden más tarde de lo que deberían, llegando al punto que la mayoría de las parejas llegan ya en un momento en el que se están planteando la separación como única solución.
Cómo solucionar una crisis de pareja
Una vez has detectado las señales de que tu relación de pareja puede estar inmersa en una crisis y además tienes identificada la causa o causas que pueden estar provocándola, te felicito porque llegados a este punto puedes querer ponerle solución. Para ello las recomendaciones generales que podéis poner en práctica para intentar salvar una relación que está en crisis son:
Intenta decir las cosas cuando te molesten para poder expresarlas con tus mejores palabras y nunca cuando te sientas harta, que ya no puedas aguantar más y las expreses con tus peores ofensas. Si algo es lo suficientemente importante, trasmítelo, díselo a tu pareja en el momento o la próxima vez que te encuentres en una situación parecida. Si consideras que no es lo suficientemente importante, simplemente déjalo ir.
- Entiende y acepta las diferencias y los desacuerdos.
Ser pareja no implica ser iguales y estar de acuerdo en todo, al contrario, amar a alguien exige respetar las diferencias, compartir unos mismos valores y también otros distintos y aprender de los desacuerdos.
Mantener el equilibrio entre las semejanzas y las diferencias, ya que las semejanzas consolidan la unidad de la pareja mientras que las diferencias la enriquecen, motivándonos a seguir conociendo al otro y a nosotros mismos, evolucionando juntos. Tanto las semejanzas como las diferencias exigen a la pareja tiempo compartido y tiempo sin el otro, ambos igual de enriquecedores y necesarios.
- No te focalices sólo en las cosas negativas
Observas con lupa todas las cosas que tu pareja no hace bien o que a ti no te gustan, en lugar de ello intenta ver más allá y observa a tu pareja como un todo completo con puntos positivos y negativos. Permanece atenta cuando te enfades porque es cuando sueles filtrar la realidad para enfocarte en lo que no te agrada. Intenta hacer el ejercicio contrario y prueba a pillar a tu pareja haciendo algo bien, te ayudará a verla con otros ojos.
- Reflexiona antes de actuar y sé más prudente.
Cuando la situación está tensa y las emociones te desborden, la mejor opción es darte un tiempo. Aléjate, respira, cálmate, piensa más de una vez qué ha pasado, vuelve a respirar, esto es reflexionar antes de actuar. Si te dejes llevar por los impulsos inmediatos seguramente hagas o digas cosas de las que te puedes arrepentir y harán mucho daño a la relación, así que mejor actúa en frío.
- Realizar actividades en común.
Las relaciones son un conjunto de momentos compartidos en los que expresamos afecto e intimidad. Ese tiempo compartido tiene que estar presente a lo largo de toda la relación, sin dejar que la rutina se apodere de vosotros haciendo que entréis en una dinámica en la que apenas os encontráis como pareja.
Compartir más tiempo juntos y aprovechar para recuperar esas actividades que os gustaba hacer juntos y organizar también otras nuevas como un viaje sorpresa, una noche de teatro, una tarde de spa… Una vez organizado el plan dejaros llevar disfrutando de la experiencia..
- Trabaja la confianza.
La libertad es el germen del amor verdadero, la confianza es clave en todo vínculo auténtico, en todo lazo que deseemos cuidar y preservar. No se puede vivir en pareja, ni tener una relación de pareja sana sin libertad. Confiar en tu pareja significa no agobiarla con llamadas o mensajes continuamente, respetando su espacio personal.
La vida en pareja atraviesa por crisis ante las que a veces hace falta recurrir a un tercero que ayude a seguir adelante, juntos o por separado y, aunque resulta difícil fijar un momento adecuado para dar el paso, es necesario que los pilares fundamentales no se hayan sobrepasado, entre ellos el respeto, pero normalmente a terapia llegan parejas muy desgastadas que han cruzado esos límites y eso hace que existan heridas más difíciles de sanar y acuden a la terapia de pareja como última oportunidad, después de haber tenido un problema grave.
Como siempre es importante ser consciente y puntualizar que estos son unos simples consejos que te pueden ayudar, pero el más importante sería acudir en busca de un profesional lo antes posible para así evitar males mayores. Y es que el mejor momento para optar por esta vía es cuando aún estás abierto a cambiar cosas, aunque no quiere decir que, en los casos más avanzados, ya no se pueda hacer nada si aún deseas salvar la relación pero, si es verdad que el coste emocional y el desgaste que se paga es más alto que si se hubiera acudido antes.
Y es que, por mi propia experiencia, en terapia me encuentro con parejas en la cuales la convivencia ha llegado a un punto insoportable porque todo son problemas y discusiones, pero en otros casos simplemente llegan parejas donde la convivencia es buena, pero presentan muchas dudas, entre ellas el no saber qué les pasa y porque no se sienten satisfechos en la relación.
¿Cuándo se está a tiempo de hacer terapia de pareja?
Las parejas no acuden en busca de ayuda en ese primer momento que toman conciencia de que tienen problemas, si no que dan el paso una vez que ya han intentado resolverlos por ellos mismos y no han podido, de modo que acuden más tarde de lo que deberían, llegando al punto que la mayoría de las parejas se están planteando la separación como única solución.
Y es que, por mi propia experiencia, en terapia me encuentro con parejas en la cuales la convivencia ha llegado a un punto insoportable porque todo son problemas y discusiones, pero en otros casos simplemente llegan parejas donde la convivencia es buena, pero presentan muchas dudas, entre ellas el no saber qué les pasa y porque no se sienten satisfechos en la relación.
De manera que el primer paso sería identificar en que punto de la crisis nos encontramos y si el motivo de la crisis es interno o externo para poder abordarlo más rápidamente, de manera que lo primero que vamos a revisar es de dónde viene el problema para así poder afrontarlo, para ello, en terapia buscaremos contestar las siguientes preguntas:
¿Es una crisis personal que está influyendo en el espacio común?
Hay dificultades a nivel individual que están influyendo en la manera en la que me relaciono con mi pareja. Puede ser el estrés, problemas de autoestima, cambios laborales y económicos, dificultades para la gestión emocional…
¿El conflicto viene desde lo relacional?
Es decir, problemas de comunicación, relaciones sexuales, expectativas que no se cumplen, cambio en la forma de relacionarnos, no respetar espacios vitales… Dificultades que han ido surgiendo a lo largo de la relación y no se han resuelto, se convierten en obstáculos que impiden avanzar y disfrutar.
Una vez que tenemos esto identificando y partiendo de esta base, continuamos trabajando en los siguientes aspectos:
1. Comprobar como vive la relación cada miembro de la pareja.
Conocer desde que modelo del amor se vive la relación, esto es ver como cada miembro de la pareja entiende que debe ser una relación amorosa y de que manera se demuestra ese amor. Si es un modelo de amor disfuncional del tipo “Te necesito, me anulo y hago todo lo que sea para contentarte”, o de falsa seguridad viendo que tienen ya una vida montada y pensar en la soledad les agobia pero al mismo tiempo no se sienten cómodos en esa relación.
Hacer ver que la forma de vivir su relación no es sana y por ello es necesaria sustituirla por una nueva donde se de espacio las necesidades de ambos, es decir, qué espera el uno del otro para que luego no haya falsas expectativas y confirmar que se está en el mismo punto.
2. Conocerse a uno mismo
También hay que conocerse y escucharse a uno mismo. A largo de una relación las necesidades cambian, y a veces hay que asumir que lo que antes me hacía feliz ya no es así. Las necesidades que tienes al inicio de una relación son diferentes cuando van pasando los años y cambiando las situaciones.
En muchos casos las personas entran en la rutina y se dejan de escuchar. Esto da pie a que ante una crisis de pareja uno tienda a echar la culpa al otro y realmente es él el que has cambiado sus necesidades y por eso ya no se sientes a gusto con su pareja.
Hay que hacer un ejercicio de autoconocimiento y de autoescucha y preguntarse: ¿Quién soy yo ahora? ¿Me siento valorada en mi relación? ¿Siento que todavía soy esa persona de la que se enamoró? Haciendo esta escucha, podrás reconocer qué parte de responsabilidad tienes en ese conflicto y cómo has participado en él, sea consciente o inconscientemente.
3. Aceptar lo que llega desde la gratitud
Algunas parejas en crisis tienen claro que ha llegado el final de su relación y recurren directamente a un abogado; otras en cambio sienten que aunque tienen cosas pendientes que arreglar la relación puede continuar. Pero, ¿a qué se refieren con arreglar? en algunas ocasiones, ‘arreglar’ significa darles la razón, por ello buscan en la consulta de psicología a un ‘juez’ que dicte ‘quién es el culpable, lo cual es un grave error.
En terapia de pareja no se buscan culpables, ni víctimas o inocentes ya que la responsabilidad del rumbo que toma la relación siempre es de los dos. Aceptar la crisis y sentirse agradecido porque lo que esta te trae son cambios necesarios para mejorar tu vida, ya sea en pareja o en solitario.
Si has llegado hasta este punto y quieres iniciar un proceso de terapia de pareja, yo te puedo acompañar y guiar para conseguir mejorar la relación y solucionar la crisis de pareja y que en poco tiempo empieces a ver los cambios en tu vida y puedas volver ser feliz en pareja. Así que si necesitas contactar con un psicólogo, en Paqui Blanco Psicología te ayudamos a romper el hielo con una primera sesión gratis. Recibe la ayuda experta que necesitas, para ello, solo tienes que solicitar una primera entrevista informativa gratuita y sin compromiso, para saber cómo trabajo personalmente.
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No lo dejes porque aún estas a tiempo de salir de esa crisis de pareja y salvar tu relación.
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